Los cuadros escoceses vuelven a imprimirse sobre camisas de las que se
anudan a la cintura, pantalones ajustadísimos y todo tipo de accesorios en un
'revival' muy 90's
Flora González — @FloraGonzalez — El origen del tejido tartán tal y como
lo conocemos en la actualidad se remonta a principios del siglo XVI en Escocia,
entonces era una larga tira de tela con la que los hombres revestían su cuerpo
y escogían el color dependiendo del clan al que perteneciesen. Con el tiempo
fue consolidándose como un símbolo aristócrata británico hasta que en 1970 el
movimiento juvenil punk lo adoptó como acto reivindicativo anti-sistema. Así es
como los Sex Pistols, Vivienne Westwood y miles de jóvenes por todo el mundo lo
convirtieron en su bandera en plena rebeldía revolucionaria.
El nuevo punk
Ahora, más de cuatro décadas después y gracias en gran parte a Punk:
Chaos to Couture, la exposición organizada por el Met de Nueva York el pasado
mes de febrero, el estampado cuadrícula se ha convertido en toda una obsesión.
A él se han abrazado desde Saint Laurent Paris a Stella McCartney pasando por
Céline, Jil Sander, Moschino y Louis Vuitton. Por su parte, las firmas low cost
se han hecho eco de ello y han hecho del tartán la estrella de la temporada.
Las claves de uso son sencillas: libertad en honor a la filosofía punk.
Se aceptan las mezclas de estampados -en especial si es con lunares como propone
Asos-, los abrigos tipo parka son la mejor opción para combatir las bajas
temperaturas, los pantalones se ciñen al máximo a las piernas y los botines
moteros pisan con fuerza.
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